Alberto Peña
Es sabido por todos los seguidores de Padre de Familia el afán de Stewie por matar a Lois. En los capítulos 6 y 7 de séptima temporada (Stewie mata Lois I y Stewie mata a Lois II) podemos ver una historia de amor y odio entre los dos, un enfrentamiento digno de una película de acción americana en toda regla y varios gags que merecen mención.
Todo empieza con un crucero para Lois y Peter que Brian le regala a esta por su cumpleaños. Enfadado porque no le llevan, Stewie se embarca en una aventura para conseguir matar a Lois y dominar el mundo. Después de hacerse con una lancha y armas, llega al crucero en una escena digna de una película de James Bond. Acaba con Lois de varios disparos y esta cae por la borda. Unos años después Peter esta rehaciendo su vida, incluso empieza a tener citas de nuevo, aunque no sean todo lo satisfactorias que él quisiera. Un grupo de policías encabezado por Joe decide seguir con la investigación y tras buscar en la basura de la casa de los Griffins y obtener unos dibujos de Stewie matando a Lois, acusan a Peter y lo llevan ante el tribunal. Todo queda listo para sentencia, pero en el momento del mazazo del juez Lois entra por la puerta de la sala y cuanta lo ocurrido.
Stewie es el punto de mira de la justicia y la policía, pero consigue apresar a sus familiares en casa y coge al perro como rehén, marchándose ambos en el coche en dirección a la CIA. Cuando llegan allí podemos ver una curiosa mezcla entre las dos series de Seth MacFarlane, American Dad toma partido en Padre de Familia y así, mientras Stewie se hace con el poder del mundo, aparece Stan Smith, para intentar impedírselo.
Días después Stewie aparece sentado en el Despacho Oval junto Brian, haciendo un borrador de las nuevas leyes que va a imponer, algo que Lois no consiente, y como si de Tom Raider se tratase se arma hasta los dientes y aparece en la Casa Blanca para acabar con su hijo, tras una batalla con todo tipo de pistolas, ametralladoras, cuchillos, incluso cuerpo a cuerpo, tiene que ser Peter, que llega en el momento clave quien dispare a su hijo antes de que este mate a su esposa con una escopeta. El final es digno de ver y no de contar, pero resulta ser una autocrítica del autor a su guión en estos capítulos.